lunes, 30 de marzo de 2009

Remedios


El otro día aquí se hablaba de remedios caseros. Indagando en periódicos de hace más de un siglo (El Adelanto) se descubren cosas que nos muestran que no hemos avanzado tanto como nos creemos. O sí.


sábado, 28 de marzo de 2009

English corner (1)

My tailor is Rich

One of the crazy, useless things I do is to collect old methods of English learning. Sorry; I don’t know if my short number of old books – somewhere between forty and fifty – could stand the name of collection, but that is what there is. They don’t show a nice appearance, some of them dirty, full of dust and not very well preserved, indeed.

I’ve been collecting them along the years. I’ve got them in the rag fair which takes place every Sunday morning or in the old book annual fair.

I’ve thought that one of the ways to make them appear a little less useless and clean the dust that covers them, is – from now and then - to show here some of the shocking things you can find inside. It may be also considered as a way to compare the kind of learning people used to receive years ago and the one we are involved now.

"El Inglés sin Esfuerzo" from Assimil was used by thousands of students in Spain to try to learn the language in the 60s and 70s. This method started with the sentence “My tailor is rich”, which has remained as a set phrase related to those who are always starting to learn English and are not very successful. It also stands for the kind of silly sentences you have to learn by heart and hardly ever use.

First unit of the Assimil method
Finally, Here is an excerpt of the first unit of Modern English I. It was a very popular English textbook in the seventies. This was the method I had my first contact with English.

jueves, 26 de marzo de 2009

La dura realidad

dibujo de Gerardo Trives

Capítulo XLVII

De la misma manera que el barbero, paisano de DQ, fue el urdidor del principio de solución del asunto de la bacía y la albarda, con el referéndum y posterior tumulto; aquí es el cura el que toma los trastes para tratar de convencer a los cuadrilleros de la Santa Hermandad de la inutilidad que supone encerrar a un loco. No es necesario que se lo lleve la SH; ya se encargan ellos de atarlo, meterlo en una jaula y subirlo a un carro de bueyes: la realidad es mostrenca y se impone a la visión quijotesca del mundo. Ya está bien de locuras, incluso los cuadrilleros ayudan a intercambiar las albardas. El cura se rasca el bolsillo y paga a socapa, que es lo mismo que a hurtadillas, ocho reales por la bacía.

Se da prisa el autor por cerrar los episodios que aún permanecen abiertos, ahora que la venta ha quedado amortizada, más que de sobra, como escenario de acontecimientos. Se le ha quedado pequeña incluso desde el punto de vista del espacio: demasiada aglomeración de gente y de animales. Vamos descubriendo que el relato marcha a su final – no sólo porque la parte leída va incrementando su grosor, que también - sino porque vemos a DQ resignado, transportado en contra de su voluntad, con el único consuelo de su Dulcinea que; idealizada como es, le espera.

No quiere C que perdamos la referencia de que lo importante y sustancial de la novela son DQ y su escudero, después de la vidilla que le ha dado a tantos secundarios que han pasado por la novela, cuando afirma: Sosegadas, pues, estas dos pendencias, que eran las más principales y de más tomo” refiriéndose a la albarda y la bacía.

D Fernando ayuda a resolver la otra pendencia pendiente de D. Luis y Clara, ofreciendo su casa para alojar al enamorado y uno de sus criados hasta que su padre reciba noticias de la situación y dé consentimiento. Asimismo, paga los desperfectos del desenfreno de DQ con los cueros de vino, cuando le parecieron el gigante Pandafilando de la Fosca Vista, quedando la venta tranquila como una balsa de aceite.

La paz que reina en la venta en este momento no convence a DQ que, utilizando la misma táctica de cuando rompió el lanzón contra el suelo; es decir, usar la sorpresa como arma de ataque, propone a su señora Dorotea marchar en busca de Pandafilando, pues si se demoran “dándole lugar al tiempo”, podría fortificarse y hacer imposible el asalto y derrota. Dorotea cede la decisión a su guardián que decide que la partida sea inmediata.

Sancho se muestra reticente a la marcha. Prefiere esperar, sospecha de las penurias y zozobras que le esperan. Al fin y al cabo él sabe que las deudas, desperfectos y costas ya han sido saldados por D Fernando y el cura. Los escudos de oro de la maleta de Sierra Morena todavía están a buen recaudo, en algún lugar que sólo él conoce y, lo que es más importante, sin sufrir un ardite de merma.

La reacción de DQ es iracunda, cuando S le sale con el cuento de que ha visto a Dorotea haciendo arrumacos con su marido, D Fernando. Se salvó el escudero, porque no tenía el amo el lanzón a mano. Al suceso le sucede un avergonzado S que no vuelve a decir ni pío en lo que resta de capítulo, si no es para agradecer las promesas de cobro de su minuta.

Intervienen Dorotea y D Fernando para apaciguar la ira de un herido DQ, como consecuencia de la insolente observación de S a sus convicciones más sagradas. La primera achaca al encantamiento de S que le hizo decir y ver lo que no vio. DF le ruega al hidalgo perdón para S “sicut erat in principio” que por contexto debe querer decir borrón y cuenta nueva.

Dos días después de la llegada – que parecieran meses a los lectores por la cantidad de sucesos que ocurrieron – deciden procurar la cura de la locura de DQ en su aldea. Rápidamente hicieron una jaula, se disfrazaron todos menos S, que poco le faltaba para faltarle el sentido como a su amo, vio cómo lo ataban, le encerraban y clavaban “los maderos tan fuertemente que no se pudieran romper a dos tirones”.

DQ sólo se alivia al oír decir al barbero disfrazado, que no se aflija pues así conviene para acabar yaciendo con la blanca paloma tobosina. Igual de satisfecho queda S al escuchar cómo le ofrece pagar el salario prometido en caso de que no pueda pagarle con ínsulas que ya ve difícil de alcanzar a estas alturas del cuento.



Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote. Ya ha sido publicado en La acequia

miércoles, 25 de marzo de 2009

Habla popular de Lumbrales (1)





manzanero casi abangao



HABLA POPULAR DE LUMBRALES (1) 

Cuando decidí dar por terminado el trabajo sobre el habla popular de mi pueblo, Lumbrales, me quedó la sensación de que se podía haber hecho algo más completo desde el punto de vista académico. A pesar de que siempre quise huir de todo academicismo y lenguaje culto; en primer lugar, por carecer de la formación adecuada; en segundo, por tener la certeza de que la gente que aún utiliza estos términos, se iba a sentir más identificada con ellos si los veía negro sobre blanco y, muchos de ellos, en ejemplos de uso tomados de situaciones reales, como así he podido constatar personalmente por la respuesta que tuvo en su día. Aprovechando ahora esta herramienta que Blogger nos brinda, intentaremos ampliar un trabajo ya subido a la red en Mayo del 2007; que podéis ver aquí. He retocado el trabajo añadiendo algunos términos nuevos e intentando mejorar algunas definiciones, he suprimido otras que, según mi criterio,  no presentaban diferencias notables con el significado ofrecido por el DRAE, he confrontado los vocablos y expresiones con el DRAE, el DCT y con el BDE. La mayoría de las palabras ya las consulté en su día; de hecho, muchas definiciones están tomadas de ellos; pero como no tomé nota en su momento, por parecerme que el resultado quedaba farragoso, ahora con este nuevo soporte, no parece quedar mal del todo desde un punto de vista estético; otorgándole un carácter más formal, académico, a mi parecer. En fin, esperemos que el glosario se adapte a este nuevo formato. Comenzamos el empeño con la intención de publicar diez palabras a la semana, por pensar que es una cantidad que puede adaptarse a la extensión que debe tener una entrada y considerar la semana como el periodo razonable para prepararla. Dentro de lo posible acompañaremos las diez palabras con alguna imagen alusiva. 


Abajar: Bajar. “Tienes que abajar la cabeza del mulo para que la canga encaje en el pescuezo.” Es de frecuente uso con la adición de la a. 
No está en el DRAE. 
No está en el DCT. 
 BDE: Aparece hacia 1140. Proviene del latin vulgar Bassiare derivado a su vez de Bassus: bajo. 

Abajote: Aumentativo de abajo. 
No está en el DRAE. 
No está en el DCT. 

Aballar: 1.- Despertarse. “Ayer estuvo de fiesta hasta las tantas y esta mañana no aballa” 2.- Robar. “Vino el ladrón y aballó con todo” 3.- Levantar. “Al aballar la lancha,  salió un aracrán”. Con un significado similar se utiliza reballar. 
DRAE 1. Tr. Ast. y Sal. Mover de un lugar. 
No está en el DCT. 

Abangar (se): 1.-Doblarse, inclinarse,  normalmente referido a  la madera que sujeta los tejados. “Ese tenao está todo abangao”. ” Las ramas del manzanero están abangás de la carga de fruta que tiene este año”. “Ese pendolón está abangao; si no lo apuntalamos se va a caer pronto”. 2.- Alcanzar, doblándola, una rama de un árbol. 
No está en el DRAE. 
La segunda acepción coincide con el DCT. 

Abarbar: Abrevar. Se refiere a la operación de beber metiendo el morro o la barba en el agua. En sentido figurado puede referirse a cualquier otra situación. “Dijo que le gustaban los bofes pero después poco abarbó” 
No está en el DRAE. 
No está en el DCT. 

Abarbechar: Arar por primera vez un barbecho. Tiene un significado similar a alzar. En sentido figurado puede significar  arrasar.
No está en el DRAE. 
No está en el DCT. 
BDE: Barbecho: Campo arado sin sembrar. Aparece hacia 1191. Proviene del latín Vervactum. Barbechar aparece hacia 1074 

Abarcón: Aro de hierro en el eje del carro tirado por mulos. 
DRAE: 1. m. En los coches antiguos, aro de hierro que afianzaba la lanza dentro de la punta de la tijera. 

Abarquillarse: Alabearse la madera, torcerse a lo largo. 
No está en el DRAE. 
DCT: Encorvarse una persona. 

Abarcucias: Atareado en exceso, que posee muchas ocupaciones. “Está hecho un abarcucias; todo lo quiere llevar por delante” 
No está en el DRAE. 
No está en el DCT. 

Abasto: Cumplimiento del oficio. “Estoy sola en casa y como ahora tengo tantas cosas que hacer, no puedo dar abasto a todo” 
DRAE: dar ~. 1. loc. verb. Dar o ser bastante, bastar, proveer suficientemente. U. m. con neg. 
BDE: Proviene de bastare, del latin vulgar. Hacia 1300. 


Abreviaturas utilizadas: 
DRAE: Diccionario de la Real Academia Española. 
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional. 
BDE: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Corominas. 


domingo, 22 de marzo de 2009

El huerto

Cuatro surcos ya sembrados, en espera

Ayer, domingo, por la mañana bien temprano, tenía faena en el huertito. Unos amigos agricultores, que además de otras cosas, siembran también patatas, me habían dado unas cuantas para plantarlas. Este año hemos decidido sembrarlas, porque es uno de los cultivos más fáciles y que menos trabajo dan a la hora de cultivarlas. Sólo hay que sembrar, verlas crecer y recogerlas en verano. Si la primavera y verano vienen secos hay que regarlas un poco. No mucho, pues dicen que las de secano son mejores. Para que germinen es necesario que la tierra tenga humedad; como ocurre con cualquier planta.

Desde hace unos años, uno de mis hobbies es la jardinería, junto a la huerta, que vino como un efecto secundario. Puedo asegurar que no he visto nada más relajante y que reporte más satisfacción que ver crecer las plantas que tú plantaste y recoger los frutos de algo de lo que has observado su evolución desde el principio. No hay ser vivo más agradecido y que recompense más y mejor que las plantas. Lo único que te piden es que no las maltrates. Si las tratas bien, ellas no te decepcionan. Además nunca protestan por nada. Muy a tener en cuenta este último aspecto.

Intentaré dar cuenta de la evolución de mi pequeño huerto aquí, en el cuento que no es cuento, donde uno cuenta lo que le ocupa.

Detrás del banquillo


Las esperanzas que teníamos de que la UDS entrara en la pelea por los puestos de arriba - los tres que tienen derecho al ascenso a primera división - , se nos vinieron abajo.

Los más de 8.000 espectadores, cifra record de asistentes de la presente temporada, no tuvimos más remedio que resignarnos ante la solidez del equipo chicharrero, a excepción de los 300 tinerfeños (mayoría estudiantes de la USAL) que animaron sin parar a su equipo. A mí siempre me han gustado los equipos canarios por el buen trato que dan al balón. Este equipo es un serio aspirante al ascenso, porque a su técnica innata une una brega constante en la presión y una calidad arriba que le hará sumar muchos puntos a los ya conseguidos.

La Unión llegó poco, ellos tampoco se excedieron. Se trató de un partido muy disputado, jugado con mucha intensidad y ritmo, que ganó la calidad de un delantero, Nino, que nos marcó los dos goles. El segundo de cabeza, tras una gran jugada que dejó en silencio al Helmántico.

En fin, sólo nos queda lamentar el penalti a su favor que no desperdiciaron: riguroso, visto desde la preferencia, donde nosotros nos encontramos y un cabezazo al palo, en la segunda parte, cuando mejor estaba jugando el Salamanca.

Aunque hoy la posibilidad de ascenso parece alejarse, no deberíamos arrojar la toalla. Los seis puntos a los que está el tercer puesto, pueden limarse con un par de victorias seguidas. Hala Unión.

jueves, 19 de marzo de 2009

Un plebiscito, un acuerdo y un tumulto

Ilustración de Gerardo Trives

CAPÍTULO XLV

Un diálogo multibanda, cuya banda está formada por dos barberos, DQ, el cura y D Fernando… nos introduce en un capítulo de gran dinamismo y agilidad que cierra DQ; crecido en sus convicciones, después de ser capaz de detener el pandemónium venteril, con un monólogo – apología de la Caballería Andante. Se despacha a gusto con los cuadrilleros, ladrones, salteadores de caminos con licencia de la Santa Hermandad. No deja títere con cabeza en su fogoso ataque al sistema fiscal de los Austrias de la época, consistente en: pechos, alcabalas, chapines, monedas foreras, portazgos y barcas. Pero volvamos al principio que hay mucho cuento que contar.

Siguiendo la corriente a “nuestro sobrebarbero”, el perteneciente al grupo que se formara en las asperezas de Sierra Morena, sobrero que toma la palabra, (no confundirlo con el otro, con el desprovisto). Todos de acuerdo en apoyar las alucinaciones de DQ, con el fin de burlarse de él. Entre todos concluyen que la bacía no es bacía, tanto que: está tan lejos de serlo como está lejos lo blanco de lo negro y la verdad de la mentira” Sin embargo, conceden que el yelmo no está entero, como queriendo indicar que el encantamiento y la locura del hidalgo no es completa.

El oidor no oía nada de la quimera de la jofaina con rebaje, de lo concentrado que estaba en encontrar una salida al dilema de D Luis, ahora que sabía que podía sacar beneficio.

El barbero desprovisto argumenta que si la bacía es yelmo, entonces por lógica, la albarda debe de ser jaez de caballo. Como a DQ no le interesa la albarda, (En su locura sólo hay sitio para una bacía que es yelmo) deja que sean los demás los que decidan en plebiscito, pues considera probable que al no ser caballeros tienen la mente más lúcida, es decir, no les afecta el encantamiento del castillo. Los participantes deliberan que si corroboran que la albarda es albarda, entonces el razonamiento de DQ con relación a la bacía se viene abajo. No les queda más remedio a los presentes que seguir el hilo del absurdo del mundo al revés. Por consiguiente; el barbero sobrero, portavoz del grupo plebiscitado, que con tanta gente en la venta estaba p’ayudar – por sierto, desaparecido en la trifulca posterior - sentencia que la albarda deja de ser albarda para ser jaez de caballo.

Uno de los cuatro criados de D Luis, que no conoce lo andado por el grupo originario en Sierra Morena da la clave al afirmar: “… Que no carece de misterio el porfiar una cosa tan contraria de lo que nos muestra la misma verdad y la misma experiencia; porque, ¡voto a tal! -y arrojóle redondo-, que no me den a mí a entender cuantos hoy viven en el mundo al revés de que ésta no sea bacía de barbero y ésta albarda de asno.”

Tan abismado estaba DQ en la “quistión” que al oír cómo un cuadrillero de la Santa Hermandad, que no comulgaba con ruedas de bacías, cuestionaba su verticalidad actuó. Sin mediar palabra intenta descargar su lanzón en las costillas de uno; cosa que hubiera conseguido de no ser porque el autor decide advertir al sujeto en el último momento para que esquive el golpe. Ello provoca que DQ se quede sin arma al romperla contra el suelo. No estuvo aquí valiente C, seguro que en el último momento pensó que ya fue suficiente con la liberación de los galeotes. Demasiado, incluso para un Caballero Andante, infringir dos veces la ley en un periodo tan breve de tiempo.

Lo que sucedió fue un pandemónium de golpes, de unos contra otros, que zanjó DQ de la siguiente manera y que sirve como conclusión de la historia de la bacía: ¡Ténganse todos; todos envainen; todos se sosieguen; óiganme todos, si todos quieren quedar con vida!” - concluyendo - “que es gran bellaquería que tanta gente principal como aquí estamos se mate por causas tan livianas.” Quedando en su imaginación albarda por jaez, bacía por yelmo y venta por castillo.

Seguidamente, D Fernando echa una mano al Oidor en la búsqueda de una salida al contencioso de D Luis, algo que parecía insoluble; resultando una apología del diálogo; elemento imprescindible en la resolución de conflictos.

El mismo al que iba dirigido el lanzonazo que DQ hizo trizas contra el suelo, resentido, prepotente y rencoroso; escudriñó y encontró, en algún lugar de sus recuerdos, que estaba en posesión de un pergamino que incriminaba al Hidalgo por haber liberado a los galeotes. Allí mismo hubiera dejado sin aire para siempre al cuadrillero si no es por la intervención de los presentes. Termina el capítulo con el discurso - apología de La Caballería Andante de DQ con el que comenzamos - hace ya un rato - este comentario, que yo habría querido más breve, pero el interés de tanta acción lo han hecho así de extenso y con perspectivas nada halagüeñas para nuestro héroe.


Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote. Ya ha sido publicado en los comentarios de La Acequia

domingo, 15 de marzo de 2009

Eterna crisis

Mientras en 1906:




En 2009




¿Quién ha dicho que la crisis de la prensa de papel es reciente? Internet apareció en nuestras vidas y lo hizo para quedarse. Su alojamiento no ha sido gratuito. El peaje aún lo están pagando sectores como : la música, el cine o los periódicos tradicionales. Sin embargo, la crisis no es de ahora. Ya en 1906 los editores tenían que aguzar el ingenio para vender números. Aquí reconozco influencia de Aniano: maestro del scanner.

viernes, 13 de marzo de 2009

Un dilema, un obviado DQ y un baciyelmo


Al rayar el día, la misma que había atado la muñeca de DQ con un rabero le desató, al oír sus gritos de dolor cuando intentaba, sin éxito, descansar su ser en el suelo. Sin dilación se montó en un Rocinante que; aunque lo había tirado de sus lomos, allí estaba esperando fiel y pacientemente a que su jinete se liberara. Tomó sus herramientas de matar y, desde lo alto, retó a todos los que, riéndose, habían dudado de su capacidad de Caballero. Concluye la historia con un DQ que: “moría y rabiaba de despecho y saña”, con la autoestima por los suelos al ser obviado por los presentes, tomándole por loco. Se justifica a sí mismo su estatismo, sugiriéndose la imposibilidad de emprender una nueva acción hasta que no haya repuesto en su trono a la reina Micomicona. No le queda más remedio que dedicarse a la solitaria tarea de guardar el castillo.

Los cuatro jinetes recién llegados enseguida deducen que el joven D Luis debe de estar en la venta, al descubrir el carruaje que había venido siguiendo desde la Corte. Una vez descubierto su escondrijo; durmiendo junto a otro mozo de mulas, se opone con firmeza a regresar junto a su padre aunque eso signifique la muerte en vida de su progenitor. Su compañero de noche avisa a todos los demás que se ponen del lado de D. Luis al observar la inflexibilidad por parte de los criados que sólo admiten la posibilidad de llevarlo de regreso junto a su padre, por las buenas o por las malas. A pesar de que todos tratan de convencerle de que vuelva con su padre, el está decidido a no regresar hasta terminar el negocio en el que le va “la vida, la honra y el alma”.

Ya tenemos el dilema planteado. No es la primera vez que lo hace C en la obra. Aquí se trata de dos vidas. La del hijo que la pierde si lo llevan y la del padre que la pierde si no le presentan al hijo. DQ, que escucha los razonamientos, deja la guardia para ver cómo, cual rey Salomón, interviene el Oidor con “Sepamos que ocurre de raíz” que muy imparcial no puede ser en el asunto al ser su hija parte sustancial de la resolución del mismo.

De repente, -aumentando el ritmo narrativo de una manera que no habíamos visto hasta ahora – dos huéspedes se enfrascan en una pelea con el ventero al pillarlos in fraganti cuando querían marcharse sin pagar. Tan interesante estaba el tema de D Luis que nadie repara en ir a separarlos, ni siquiera DQ que se escaquea como puede, cargado de razón después del ninguneo que acaba de sufrir por parte del ventero. En un nuevo fundido narrativo que añade más acción, nos devuelve a D Luis que le confiesa al Oidor que ha dejado su propia casa por su hija Clara para seguirla “como la saeta al blanco, o como el marinero al norte”. Un interesado Oidor consigue convencer a los criados de que le es menester un día para deliberar sobre el tema.

Gracias a la intervención de DQ – esta vez dejando el lanzón aparcado - los parásitos se avienen a pagar los gastos. Con los criados esperando la resolución del Oidor, sin solución de continuidad, entra en escena el barbero al que habían desprovisto de su albarda nueva y de su bacía. Requiere sus aparejos en cuanto los reconoce, a lo cual se opone S que le lanza un puñetazo en las muelas que le hace sangrar. Tanto le gusta a DQ cómo S se bate el cobre con el barbero que se propone en su corazón armarle caballero, en cuanto la ocasión sea propicia. Como el barbero seguía insistiendo en la pertenencia de la albarda, DQ zanja la quimera atribuyendo al encantamiento del lugar, la conversión en albarda de los aparejos de la caballería del barbero.

Juega fuerte DQ al mandar traer la bacia a su presencia para demostrar que se trata del yelmo de Mandrino. Sancho, que no era la primera vez que veía el lanzón en sus costillas por contradecir a su amo, en un momento de lucidez nos deja para la posteridad una de las palabras con más connotaciones de la novela. Para él se trata de un baciyelmo, pues, aunque dando la razón a su amo se pueda quedar con la albarda nueva, no puede consentir en llamar yelmo a algo que el sabe que es bacia. Prueba de la controversia la tenemos en Google. Si escribimos baciyelmo salen 2.890 resultados en 0,06 “

Aquí nos deja el autor, de nuevo, con dos historias sin terminar para la próxima semana. Al menos esta vez, concluyó la de DQ colgado.

Este comentario ya ha sido publicado en La Acequia, dentro del grupo de lectura del Quijote.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Chorrovío



 
Grabado de William Bradford

Ocurrió hoy, hace 200 años
Ataque del día 11 de Marzo contra los franceses
Juan Borrego Gracioso, marido de Mathea Benito
Juan Baraona, soltero, hijo de Carlos y Antonia Baraona
Julián Gajate Oliva, marido de Simona Benito
Lorenzo Criado, marido de Teresa Román
Domingo Mangas, marido de Martina López Villoria
Domingo Miguel, marido de Felipa Corral
Apolinario López, marido de Francisca Comexón Bartolomé
Ambrosio López, huérfano de Gabriel e Ignacia Diego
Pedro Moneda vecino de la Villa de San Felices de los Gallegos, marido de Antonia Gajate

Así, enumerados de uno en uno, con nombre y apellidos, a lo más que acertaríamos es a relacionarlos con cualquier actividad relativa a Lumbrales: ninguno nos suena raro, todos cercanos. Gracias a los frailes Fray Gerónimo Perete y Miguel Gil sabemos que fueron enterrados en Lumbrales al día siguiente, el 12 de Marzo de 1809, y que murieron “en la acción del 11 de Marzo contra los franceses”.
Igualmente, gracias a ellos y a una reseña que dejaron escrita al margen del Libro de Difuntos: "Fue este ataque en el sitio que llaman los Chorrovíos, término de San Leonardo" que las generaciones posteriores podemos reconocerles el valor y entrega que estos siete padres de familia, al menos casados estaban según consta en la relación y otros dos más, solteros, mostraron aquel día contra el invasor que tanto les incomodaba en sus actividades diarias. Dieron su vida por no querer aceptar la afrenta que para ellos suponía el ejército francés señoreándose de sus vidas y haciendas. Pocas cosas más sabemos sobre la escaramuza; si acaso, una cierta tradición oral, transmitida de padres a hijos, que nos dice que cerca de San Leonardo hubo una zaragata contra los franceses. Con relación a esto habría que recordar que el pueblo de San Leonardo, del cual sólo se conserva el torreón de la iglesia, ya había sido destruido cien años antes en las guerras con Portugal, durante la Guerra de Sucesión Española. 
Llama poderosamente la atención que de la acción del Chorrovío sólo hubiera enterramientos en Lumbrales. He mirado en las fechas próximas a la escaramuza en los libros de defunción de los pueblos cercanos y no consta ningún enterramiento que llame la atención, por su cantidad, durante esos días, lo cual nos puede llevar a la conclusión de que se trató de alguna partida que se organizó sólo con gente de Lumbrales. Quizás sea mucho conjeturar.  yo, únicamente, lanzo el guante para que algún historiador pueda dedicar algo de su tiempo a investigar sobre este tema, que a pesar de tratarse de un tema local no deja de tener importancia. 
Aquí os dejo un enlace a los documentos originales. Los documentos del día 12 de Marzo están en la página 246 del libro de difuntos. también a: http://lazarzapumareda.blogspot.com/2008_07_01_archive.html donde Francisca Martín, de los Servicios Centrales del Rectorado de la Universidad del País Vasco, ha estado, y sigue, investigando sobre la Guerra de Independencia en la provincia de Salamanca. Ella ha transcrito los documentos originales del libro de difuntos. Gran trabajo el suyo.

 

martes, 10 de marzo de 2009

¿Saldremos con el empleo?

Mis geranios (verano)

Empezar un blog es como empezar un nuevo curso, con nerviosismo y a la vez con curiosidad por conocer los nuevos compañeros, nuevos alumnos... Uno empieza con las dudas lógicas de si va a poder estar a la altura que esta herramienta tan útil y maravillosa se merece. Siento que algo sé de cosas muy variadas, seguramente a fondo, de nada. De todas formas intentaremos, que por lo menos, el jefe de este invento no nos eche el cierre por incompetencia.

Aunque hoy sea la primera vez que escribo en este cuento que no es cuento, que vete tú a saber, si lo será o no; llevo un par de años entrando a leer los blogs de otros, verdaderas joyas cibernéticas. Por qué será que a uno le gustan los buenos, con los que no es posible la comparación, porque entran en otra categoría. Conscientes del punto de partida, jugamos en la tercera división, iremos subiendo lo que se nos ocurra conscientes de lo difícil que es ser original en este mundo bloguero con la cantidad y calidad de tanto blogger maravilloso desperdigado ahí fuera.

El título lo he tomado de una expresión que Cervantes utiliza con frecuencia en El Quijote, enfrascados como estamos en su lectura en el grupo de lectura que coordina Pedro Ojeda en La Acequia.

Manolo, el de “puntos de vista” (una suerte tener al autor de esta joya tan cerca), esta tarde, me ha estado dando unas clases de blogs gratis. Creo que he salido saturado de tanta información en tan poco tiempo. Sobre la marcha, iremos aprendiendo y añadiéndole cosas. De momento parece que el enlace funciona. No está mal para el primer día. Bueno mañana más.