martes, 31 de agosto de 2010

Habla popular de Lumbrales (50)








Después del paréntesis veraniego, también forzoso por ausencia de Internet, retomamos el glosario de palabras y expresiones de Lumbrales, la tierra que nos vio nacer. A la cabeza, unas imágenes de diversos momentos de las fiestas patronales que se acaban de celebrar, que tienen como elemento esencial el toro de lidia y que van ligadas a los momentos de asueto y diversión de todas las generaciones vivas de lumbralenses: todo el mundo deja aparcadas las actividades cotidianas para disfrutar de unos merecidos días de descanso en compañía de amigos y familiares. Las imágenes son prestadas de la página de Jaime Grandes.

Chozo: Cobertizo del pastor, alto y hecho de escobas. En Lumbrales no hay.No faltan en las
edesas grandes de los alrededores.
DRAE: 1. m. Choza pequeña.
DCT: Construcción de adobe o piedra, hecha por los pastores en el campo, que les sirve como refugio.

BDE: 1251, “cabaña”, vocablo típico del castellano y del portugués. Parece ser derivado de chozo “choza pequeña”, que a su vez vendrá del latín PLUTEUS “armazón de tablas, fija o móvil, con que los soldados se guarecían de los tiros del enemigo”.


Chucho:
1.- Grano de la almendra, de los frutos secos en general o también hueso de la fruta. "La vecina me dio una embuelza de chuchos"2.- Perro, forma familiar."Fuera, chucho.” 3.- Voz que se utiliza para decirle al perro que se vaya.
DRAE: 1. interj. U. para contener o espantar al perro.
DCT: Sólo con la acepción del animal doméstico.
BDE: Procede de la sílaba kus (k) o gus (k) empleada popularmente para acuciar al perro o para llamarlo; lo mismo que el sinónimo cuzco guzco, S XVI, y las formas antiguas o dialectales cuzo, cucho, etc., así como el portugués goso “perrito”, el catalán gos “perro en general” y formas de otras lenguas y dialectos romances o de otras familias.

Chumazo: 1.- Fruto muy verde. 2.- Apero, cosa inservible. “Tiene el corral lleno de chumazos”.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.


Chupa: Una gran mojadura, volver a casa con una chupa es hacerlo pingando.
No está en el DRAE con esta acepción.
DCT: Mismo significado.

Churra: Solía haber dos tipos de ovejas: las merinas, que daban una lana que era mejor y se
vendía más cara y las churras de lana de calidad inferior; esta lana no se vendía, se solía usar en casa.
DRAE: 1. adj. Dicho de un carnero o de una oveja: Que tiene las patas y la cabeza cubiertas de pelo grueso, corto y rígido, y cuya lana es basta y larga. U. t. c. s. 1. adj. Se dice de esta lana.
DCT: Raza de ovejas que tiene el hocico, las orejas y las orejeras negras, siendo blanco el resto. Se caracteriza por tener poca lana y ésta lisa y larga.

Churro:
Choto, toro, ternero.
DRAE: 4. m. y f. Sal. añojo.
No está en el DCT con esta acepción.
BDE: 1593, “pringue gruesa y sucia”. Origen incierto; probablemente prerromano y emparentado con el portugués, surro o churro, “suciedad, sucio”, y con el adjetivo portugués churdo, aplicado a la lana antes de prepararla.


Chusco: Bollo de pan.
DRAE: 4. m. Pedazo de pan, mendrugo o panecillo.
No está en el DCT.

BDE: En el sentido de “pan de munición”, parece procedente del sentido de “pedazo de pan demasiado tostado”, que es el que tiene el afín churrusco, derivado de churruscar, otra variante de socarrar.


Ciacina: Planta fina que, al secarse, se usa para hacer escobillas que sirven para limpiar la casa, encalar las paredes o quitar las telarañas
No está en el DRAE.
No está en el DCT.


Ciambrera: Deformación de fiambrera. Cazuela con tapadera para llevar comidas al campo.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.


Cierraojos (a): Aceptado como verdad indudable. “A cierraojos, te puedes creer lo que te cuento”.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.


Cierro: Cercado grande de uso agrícola.
No está en el DRAE con esta acepción.
No está en el DCT con esta acepción.


Cigüeñal: Deformación de cigoñal. Artilugio con una horquilla y un palo largo en forma de palanca para sacar agua del pozo. En una punta se coloca el calderete y en la otra se le pone una piedra de contrapeso para favorecer la ascensión. Apodo lumbralense. La familia de los cigüeños es muy popular en Lumbrales.
DRAE: Cigoñal: 1. m. Pértiga apoyada sobre un pie de horquilla, y dispuesta de modo que, atando una vasija a un extremo y tirando de otro, puede sacarse agua de pozos poco profundos.
DCT: Mismo significado.

BDE: Cigoñal: principios del XV por comparación del largo cuello de la cigüeña.


Juan Andrés, Cigüeño grande, en plena faena. De aquí

La foto del chozo es de aquí. El cigüeñal de aquí. La ciacina de aquí



El color verde aceituna en algunas palabras o expresiones indica que son de reciente incorporación, posterior a Mayo de 2007.

Abreviaturas utilizadas:
DRAE:
Diccionario de la Real Academia Española.
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional.
BDE:
Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Coromina.

jueves, 26 de agosto de 2010

¡Viva don Quijote! , vencido y maltrecho

Temprana y canónica ilustración de la derrota de DQ.
1657-Dordrecht

DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.64
Asistimos a la derrota de DQ que, por lo avanzado de la novela, se nos antoja definitiva. Permanece un misterio que Cervantes elija la playa de la pragmática, industriosa ciudad, pretendido crisol de culturas para terminar con el quijotismo, porque es en esta ciudad donde más se denigra el espíritu de DQ; si bien Cervantes lo hace literatura con la aparición de un peligroso contrincante: otro caballero andante, enemigo vengativo que se hace el encontradizo, buscando quimera en la comparación de la belleza de sus damas. El autor nos ha ido preparando para el desenlace de la derrota con la narración de las continuas humillaciones que sufre, juguete de desocupados que matan su aburrimiento con ellos.

1964-Madrid-Nacional

Don Miguel de Unamuno se arrepiente de su grito: “Muera Don Quijote”, dolido por la interpretación que de él se hizo en Barcelona, convencido de cuán peligroso es predicar cordura entre estos espíritus alcornoqueños: “Pedí que murieras para que resucitara en ti Alonso el Bueno, el enamorado de Aldonza, como si su bondad se hubiera nunca mostrado más espléndida que en tus locas hazañas. Y hoy te confieso, señor mío, que aquel mi grito que tanto gusto dio en esa Barcelona donde fuiste vencido fue un grito que me inspiró tu vencedor […]”

La belleza y discreción de Ana Félix es expuesta a la curiosidad de las gentes de la ciudad como pago del agasajo que recibe en casa de Antonio Moreno.

En los cuatro días siguientes se despeja la marina de navíos. El renegado parte a Berbería a pesar de la desconfianza de DQ, celoso de su exclusión en la misión de la liberación de don Gregorio y el general pone sus galeras en alta mar con rumbo a levante.

Una mañana en la playa, DQ acepta el desafío que le plantea otro caballero armado “de punta en blanco”. Allí mismo luchan para que no se les pase el día. Se presenta como el Caballero de la Blanca Luna “encaminando sus razones” al hidalgo. Le insta al combate en razón de la precedencia de hermosura de su dama. Le impone sus reglas que incluyen: “retirarte a tu lugar por tiempo de un año” si es vencido. Si pierde, quedarán a disposición de DQ su cabeza, sus armas y su montura.

DQ desde su tumba, vencido y maltrecho: “Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, […]. Aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra”.

Don Quijote vencido
1989-Mainz-Krahenwinkel


Tras la victoria, el Caballero de la Blanca Luna desaparece en el misterio de la gran ciudad. Recogen los despojos de DQ en una silla de manos con gran disgusto de S que “imaginaba la luz de la gloria de sus hazañas escurecida, las esperanzas de sus nuevas promesas deshechas, como se deshace el humo con el viento.” Así termina un capítulo breve, pero de los más significativos de la novela, testigos del espíritu vencido de DQ.


1843-Pforzheim-Finck

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero. Gracias a todos los que os pasáis por aquí a leer y comentar las ocurrencias quijotescas sin tener correspondencia por mi parte, de ocupado que uno está intentando restituir a su lugar anterior lo quitado.

jueves, 19 de agosto de 2010

Don Quijote y Sancho a bordo, espectadores de excepción

1989-Mainz-Krahenwinkel


DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.63

La visita a la galera capitana que defendía el litoral de Barcelona sigue a la humillación de DQ en tierra firme. Allí son testigos de la perfecta sincronización de los marineros en las faenas de la mar, espectadores de la alarma de barco enemigo, con su posterior caza, y de su participación escasa (únicamente interviene S para dar fe de la veracidad de la historia de Ricote) en la segunda parte del relato de su paisano morisco Ricote e hija, del que es reseñable su final tan ideal, basado en el perdón que merece la belleza y afectación de Ana Félix, final demasiado edulcorado y perfecto para el lector actual .

1862-Paris-Louis-Janet

Cervantes utiliza el relato para darnos a conocer la gran variedad de personal que navegan los mares. Entre ellos destacan: renegados, turcos invertidos, cristianos de conveniencia, travestís, moriscos disfrazados, católicos convencidos... poniendo el acento en la tolerancia que impone la estrechez de la convivencia en alta mar en contraste con la rigurosidad de la ley de los bandoleros, organizados para el asalto y el robo en tierras catalanas.

1929-Maestricht-Leiter

La misma tarde de la visita de DQ a la imprenta, les invitan a subir a una de las galeras que defendían la ciudad de los ataques de los corsarios. Son recibidos con honores de caballero principal, con alfombras en el esquife. Los remeros voltean a S "hasta que perdió la vista de los ojos". DQ que ve el "vuelo sin alas de Sancho" les advierte que si alguien tiene salero para hacerle lo mismo les "había de sacar el alma a puntillazos": ya se veía manteado como S en la venta o agotado como la noche anterior en el sarao de las féminas.


1906 - NewYork

Observan la pericia con que los marineros izan el velamen y los remeros hunden los remos en el agua, todos a una azuzados por el látigo del cómitre (jefe de remeros), para hacer salir el barco del puerto en busca de los vientos. DQ, ensimismado con la operación, le propone a S que ocupe un lugar en el banco. Cada latigazo podría contar por diez al venir de un experto en azotar espaldas desnudas. Lo que a S le extraña es que un solo hombre pueda manejar a tantos a su antojo.
1862-Paris-Louis-Janet

Desde Monjuí les señalan barco enemigo por poniente. El bergantín se entrega ante la operación de envolvimiento de las cuatro galeras. Dos turcos borrachos disparan y matan a dos soldados de la proa de la capitana. Intentan escapar pero son cazados por la ligereza de la galera. Lo llevan a puerto donde el virrey con mucha gente recibe al barco y treinta y seis prendidos. Sólo su oportuna llegada nos ahorra del ahorcamiento de los cautivos: el general enojado por la muerte de dos de sus mejores hombres se disponía a su ejecución. El virrey, prendado de la hermosura y humildad del capitán, le concede el último deseo. Por él sabemos que no es turco, ni moro, ni renegado, sino mujer cristiana y católica practicante de nombre Ana Félix. Algo que ya sabíamos por el relato que su padre Ricote, manchego, le había contado a S al abandonar éste el gobierno.

1866-London-Warne

Ella nos cuenta que regresa a España en busca del tesoro que su padre dejó enterrado. Su hermosura y virtudes crecieron en el seno de una familia de orden, en el marco estrecho de la ortodoxia católica. Su belleza traspasó el recato y encerramiento consiguiente. El mancebo caballero, Gaspar Gregorio, se enamora de ella más que ella de él, tanto que se mezcla con los moriscos expulsados para estar a su vera. De su padre no tiene noticias desde que marchó al extranjero en busca de acomodo. El rey de Argel se interesa por ella, el tesoro y don Gaspar. Ana disfraza de mora a su enamorado, temiendo por su integridad entre turcos. Bajo la indicación del rey y acompañamiento de los detenidos vuelven a España dejando a don Gregorio hecho mujer entre mujeres con el consiguiente peligro de perdición. Justo en este punto del cuento, "preñados los ojos de lágrimas" acompañada por más lágrimas de los presentes, el virrey le retira la horca y aparece su padre, Ricote, deshecho aún en más lágrimas al encontrar la auténtica riqueza, más preciada que el tesoro escondido.

Tras concertar el rescate de don Gregorio con el dinero del rico Ricote y el ofrecimiento del renegado para volver a Argel en su busca, se da por terminada la historia de Ana Félix y su padre Ricote, sin que Cervantes nos deje ninguna pista de los derroteros que seguirá la novela a partir de ahora. Al menos sabemos que en la mar hay gente más ocupada, sin tiempo de tramar tanta burla.

1938-Paris-Secretaire

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero. Persiste la ausencia de Internet en casa. Las obras prácticamente han terminado. ¡ Ya era hora !

jueves, 12 de agosto de 2010

Humillan a don Quijote



1843-Pforzheim-Finck

DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.62

La burla que los dejó molidos y sacó del ensimismamiento y sosiego que concede la contemplación de la inmensidad del mar por vez primera, incide de nuevo en don Quijote que, como un cristo, con un ecce homo a la espalda, lo pasean por la ciudad, por una de sus calles más principales "a vista de las gentes y los muchachos que como mona le miraban". Las burlas adquieren un carácter más cruel desde ese día. La visión de nuestro héroe desarmado, objeto de risa de la agrupación de ciudadanos que le persiguen, como la orquesta de los tristes, invade de tristeza y pesadumbre el corazón de los lectores desde que amanece hasta que el sol deja de asombrar.

Da la impresión de que se trata de un capítulo postizo, prescindible para la novela. Sin embargo, por alguna razón que se me escapa, Cervantes ridiculiza a sus protagonistas, no ahorra a sus criaturas unas burlas que superan a las de los duques: de aquéllas sabemos que eran farsa y artificio; de éstas, que vienen como consecuencia del choque de la realidad de la gran ciudad con la ensoñación de un hidalgo anciano. La atmósfera de tolerancia que caracteriza a la universal, acogedora urbe mediterránea, quiebra en el aire irrespirable que trae la merma de calidad democrática que conllevan prohibiciones y burlas al desvalido, síntomas de chatismo provinciano, provocado por el capricho de unos pocos.

Comen en casa de don Antonio. A la sobremesa le muestra a DQ una cabeza encantada que ese día no trabaja por descanso. Se pasean por la ciudad. Después de cenar, son ellas las que no quieren dejar de disfrutar del espectáculo de DQ danzarín, actividad que le agota y fatiga el entendimiento de los lectores. Otro día ven y oyen la cabeza encantada. Recorre la ciudad a pie, entra en una imprenta donde observa cómo están corrigiendo la historia del falso Quijote, escrita por un vecino de Tordesillas. Aquella misma tarde van a visitar las galeras del puerto.

Efectivamente, el noble catalán, anfitrión del hazmerreír que les llega recomendado por el jefe de los bandoleros, hace buen uso del juguete. Aquel mismo día desarma al hidalgo y lo saca a la burla de la calle vestido como un adefesio. Lo exhíbe a la curiosidad de sus amigos a la hora de comer. S, apoyado por su amo, se rebela ante la insinuación de glotonería. No soporta la acusación de falta de urbanidad. Incluso ha aprendido de comida fina en mesas bien servidas, cuando fue gobernador.

En un aparte, con mucho misterio, don Antonio le enseña a DQ una cabeza de bronce, hecha en su casa por mil escudos, obra de un polaco de Polonia. No puede mostrar sus habilidades porque es viernes y los viernes es su día de descanso. 


 
Hasta el ciego se asombra del paso de Don Quijote.
1938-Paris-Secretaire

Seguidamente montan a DQ en un mulo de confianza. En la castellana lengua (hemos ido a mejor o, a peor, según se mire, en este enojoso asunto de la rotulación) le cosen a la espalda un rótulo que dice "Éste es don Quijote de la Mancha". El agraviado, ignorante del inocente, atribuye a la caballería andante su fama entre la desocupada chusma que le hace corro. No falta un castellano que por allí andaba que en vista de la burla, sale en su defensa. Le dirige unas palabras que recuerdan a las del cura en casa de los duques y que tanto le enfadaron. "Vuélvete, mentecato, a tu casa, y mira por tu hacienda, por tu mujer y tus hijos, y déjate destas vaciedades que te carcomen el seso y te desnatan el entendimiento". La diferencia reside en la contestación. Del enfado de DQ en aquella ocasión pasamos al retiro del rótulo por parte de don Antonio para evitar una situación que se le escapa de las manos debido a la avalancha de gente que les rodea. 



 
1964-Madrid-Nacional

Ni ellas se privan de unas burlas que van in crescendo, que "le molieron no sólo el cuerpo, pero el ánima": le hacen bailar, girar como una peonza hasta agotarle. 



 
1964-Madrid-Nacional

Al otro día DQ, S y otros cinco, que después resultan ocho, prueban por vez primera al profeta cabezón, sabelotodo. Responde a las preguntas que sobre el futuro le formulan. Cervantes se las arregla para que este episodio postizo, que pudiera parecer un añadido prescindible, adquiera visos de realidad al mencionar la intervención de la inquisición, celosa de que algo pueda dar al traste con el monopolio divino de predicción del futuro.

Esta vez a pie, la pareja y otros tantos se pasean por la ciudad. Entran en una imprenta donde DQ gozó con el trajín y actividad que requiere la impresión. Él, que había llenado la soledad con horas de lectura, se siente como pez en el agua entre sus amigos los libros, los que nunca decepcionan y que le echaron al camino a arreglar lo desarreglado. Cervantes le permite lucimiento, posibilidad de mostrar su cultura para compensarle del maltrato que hasta ese momento le han propinado en la ciudad. Puede maldecir las falsas aventuras que sobre ellos ya circulan e ironizar a cuenta de las traducciones. Aquella misma tarde visitan las galeras. Veremos si el mar les es tan hostil como la tierra firme. 


Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero.

jueves, 5 de agosto de 2010

Don Quijote y Sancho ven el mar

1905-1908. Madrid

DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.61
Después de un capítulo grave en el que no falta la muerte ni la sangre justiciera que se derrama con facilidad en las sociedades organizadas para el robo, como pago del mismo robo; testigos de los asaltos a los que usan los caminos, Cervantes nos concede una tregua de tres días por "caminos desusados, atajos y sendas" camino de Barcelona.

Al amparo de Roque y otros seis, llegan a sus playas la noche de San Juan, casi en un amanecer que les desvela la serena inmensidad del mar a los dos manchegos de interior. De nuevo el contraste con el consiguiente bullicio de la gran ciudad que los aturde y engulle. Luego nos deja porque así de breve quiere el capítulo Cide Hamete.

En efecto, se trata de una parada narrativa tras el impacto de violencia y realidad que acompañó el abandono de la burla y la farsa del castillo de los duques en tierras de Aragón. La entrada en la ciudad condal viene precedida de la descripción de la vida azarosa y desconfiada que conlleva ser jefe de los bandidos.

1898-Barcelona-Segui

Cuando DQ a caballo empieza a diferenciar las cosas de sus sombras, la redondez del sol les deja distinguir el mar que se les aparenta más grande que las Lagunas de Ruidera, inmensidad de agua que se pierde en los confines del sol al amanecer.

1961-Barcelona-Marin

Las galeras se mueven bajo el impulso de los pies que hunden en el agua. Se disparan cañones y escopetas respondidas por otras salvas desde las defensas de la ciudad. Caballeros a caballo se acercan a saludar a los recién llegados, asombrados por el bullicio, sorprendidos por el estruendo de la artillería y fusilería. Las literarias palabras vertidas por el avisado de don Roque Guinart ceban el ego de DQ, presa fácil de su burlona adulación. Receptivo a todo lo que confirme la falsedad del Quijote ficticio porque reafirma su propia autenticidad. Tanta cortesía anula la capacidad de DQ para distinguir lo real y auténtico de lo falso. Esto les lleva a servir de hazmerreír de la ingente cantidad de gente que los ensalza, juguete de los mozalbetes, que da con sus cuerpos en tierra como consecuencia de los rebrincos y remosquetas de sus monturas, provocados por unos manojos de aliagas bajo el rabo.

1865-Madrid-Gaspar

Una vez que DQ libera a Rocinante y al rucio de su mal, se dirigen, de nuevo avergonzados, a casa del guía que es persona importante y rica donde los dejamos por ahora.

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero. Sigo sin Internet en casa por obras, seguiré haciendo los resúmenes del Quijote y subiéndolos cuando pueda, pero no podré comentar en los vuestros. Cuando esto termine, esperemos que todo pueda volver a la normalidad.