domingo, 21 de noviembre de 2010

Una roca nunca llora.


“Fíjate, no hay nada más triste que ser roca”.
Luis García Berlanga.






Las rocas flanquean el río Yeltes, testigos del estiaje que casi agota su caudal a su paso por el balneario de Retortillo. Como fieles guardianes inmutables que guardaran el misterio de las aguas termales, las crecidas le dejan su huella de sustratos de siglos amasados. La fuerza del agua, repetida todos los inviernos, las achata, les borra el perfil de aristas amenazantes y marcan en su piel las líneas de su vida como señales de experiencias vividas.

"Tengo mis libros y mi poesía que me protegen"


12 comentarios:

Manolo dijo...

Las rocas no lloran porque el cielo lo hace por ellas.
Impresiona la belleza y soledad de los berrocales de la zona de Retortillo. Tengo que volver.

Myriam dijo...

Bueno, todo es relativo, Moisés las hacía llorar....

Javier Muñiz dijo...

Hola,bello blog, preciosas entradas, te encontré en un blog común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buena tarde de domingo,besos.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Feliz tarde de domingo.

Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Buena música la que nos pones con esas orillas rocosas del río Yeltes,a las que viajamos contigo.
Hay ocasiones en que lloran hasta las piedras...
Un abrazo, nos vemos.

Merche Pallarés dijo...

Preciosas rocas y preciosa la canción de Simon & Garfunkel. Besotes, M.

Antonio Aguilera dijo...

Las piedras del lecho del río parecían huevos de dinosaurio: algo así decía García Márquez al inicio de "Cien años de soledad".
Aunque estos peñascos del retortillo son exagerados hasta para eso.

Escribí un poemilla en mi adolescencia en el que decía que las piedras también sienten y lloran.

A ver si lo encuentro y lo publico.


Te dejo un abrazo en vispera del cansado lunes (me da pereza pensarlo, jejeje)

Asun dijo...

¡¡Menudo pedazo de rocas!!

Me ha encantado la última foto.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Las rocas lloran viento, querido amigo.

Teresa dijo...

El tiempo erosiona las rocas y las pule, en las mujeres las arruga.
No es tan malo ser una roca al fin y al cabo.

Dice LGB
"Fíjate, no hay nada más triste que ser roca".
y yo digo ¿acaso es más triste quien las fotografía?

¿a que no es verdad?

Una roca es libre aunque esté fija a la tierra. ¡Qué contradicción!

Paco Cuesta dijo...

La erosión suaviza, quita agresividad, pero duele.

Anónimo dijo...

Buenos días, pancho:

Me han encantado las fotografías de las rocas y del río Yeltes.

Y las rocas, lloran. Sus lágrimas son tan concentradas que nacen sólidas, y van redondeando las orgullosas aristas de sus comienzos. No se advierte a simple vista, pues quieren conservar su fama de duras, y porque su tiempo es diferente al nuestro, pero se van desintegrando hasta quedar reducidas a una última lágrima-grano de arena.
No comparto la opinión del recientemente desaparecido Luis García Berlanga, ni pienso que el que las fotografía sea triste. Y como todo en la vida, habrá rocas libres y otras que estarán atadas.

Y la canción de Simon&Garfunkel, estupenda, y la letra: especial.


Saludos. Gelu

P.D.: A ver si Antonio Aguilera encuentra el poemilla escrito en su adolescencia y lo publica.