domingo, 31 de octubre de 2010

Diego Torres Villarroel (3)

Todos estamos en lista, preparados para embarcar.


Nada mejor que estos días en que los camposantos están concurridos también de vivos, visitados como si los cementerios fueran museos del descanso eterno, para sacar del ostracismo estas sentencias del genio de Torres Villarroel sobre la muerte. Que sirvan de conjuro de esa especie de carnaval de máscaras de origen sajón que tanto se ha asentado entre nosotros a costa de la tradición.

Convento de San Esteban
“No hay cosa que no sea sepultura para el hombre muerto. La tierra le pudre, el agua le deshace, el aire le enjuga, el fuego le seca, los gusanos le comen, los animales le despedazan, las aves le pican y los peces le tragan. Dos cosas no le pueden faltar al hombre: si vive, muerte; si muerte, sepulcro.”

“De nada se burla el tiempo tanto como de la vanidad de los muertos. ¡Qué presto borran los días la soberbia de los difuntos en los epitafios de las piedras!”

“No quiero elogios, porque son anuncio del túmulo, ni que me busquen las honras con los pies en la tumba; más quiero espantajo que pueda yo mirar, que estatua que no pueda ver.”


“Recetas de Torres añadidas a los remedios de cualquier fortuna”, Tomo 3.
Torres Villarroel


Cuando las campanas tocan a muerto, no tocan por otro, tocan por ti: un paso al frente para cubrir las mermas.
Torres de la catedral y de la capilla de la Universidad.

El sol cambia el color de la piedra de Villamayor. Catedral Nueva

Las fotos son propias.

jueves, 28 de octubre de 2010

Ponme a la grupa contigo, Caballero del Honor.

"Llevadme al lecho, que me parece que no estoy muy bueno."
1938-Paris-Secretaire



DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.73

Se hicieron las palabras en la pluma de Cervantes para provocar desasosiego. Una jaula y malos agüeros para sembrar el desconcierto entre los lectores nos recibe a la entrada de la aldea.

Dos chiquillos que juegan y discuten por una jaula de grillos en las eras del pueblo – no sabemos si llenas de mies a pesar de ser verano –. Como si el autor quisiera reforzar hasta el final la estructura circular de la novela, recurre a una jaula pequeña con carga simbólica, en clara referencia a otra jaula de mayores dimensiones, cargada en un carro y tirada por lentos, tediosos bueyes que sirvió para transportar a DQ y su locura en la anterior entrada en la aldea. La humillación al rucio de S, animal que no ha dado un ruido a lo largo de toda la obra, vestido con las ropas que antes ridiculizaron a su amo, se suma a la misma apreciación.


"Malum signum! Malum signum! Liebre huye, galgos la siguen: ¡Dulcinea no parece!"
1964-Madrid-Nacional

Como un añadido a la escena primera de los presagios, nuestros protagonistas entran en la aldea. El cura y el bachiller, que rezan juntos en un prado, son receptores primeros de la amargura de DQ que regresa vencido. Les da cuenta de los proyectos pastoriles que ocuparán el año de enclaustramiento. A continuación, la presentación en casa de DQ donde los reciben el ama y Teresa.

En efecto, el misterio de las palabras de los muchachos: “[…] no la has de ver en todos los días de tu vida.”, unido a la liebre acosada por unos galgos que se refugia entre las patas del rucio de S, le parecen a DQ la prueba de que los azotes a los árboles no han sido suficiente penitencia para desencantar a Dulcinea. El escudero, definitivamente responsable de su amo, le consuela.

Inmediatamente después se topan con el clero que, a lo suyo, reza en un prado colindante. El Bachiller Carrasco y el cura se hacen caraba y al alimón entonan sus rezos para conjurar la atmósfera fantástica que tan magistralmente Cervantes había dibujado en las eras del pueblo. En procesión, la comitiva que va recogiendo los desocupados por el camino, se presenta en casa de DQ. Allí son recibidos por el ama y su sobrina que no se han mudado de casa durante su ausencia. Teresa y Sanchica llegan, se extrañan y se llevan a S, desaliñado y cojitranco. Aspeado de los pies por la larga caminata. No sospechan que la mala apariencia no impide la bolsa llena de S desgobernado. Tampoco ponen reparos a la procedencia.

"¿Cómo venís así, marido mío, que me parece que venís a pie y despeado"
1883-Paris-Quantin

Sansón Carrasco (que se había dado más prisa en el regreso a la aldea desde las playas de Barcino) y el cura acceden a la invitación de la nueva locura de DQ. Le acompañarán de pastores en el proyecto pastoril que pretende llevar a cabo en su año de clausura. Esperan que un año sea tiempo suficiente para sanarle de su locura. Sin embargo, no parecen claras las intenciones del bachiller que le sigue la corriente al afirmar “yo soy celebérrimo poeta”. No pierde ocasión de pegarse como una lapa al caballero andante. Sabe que a su vera cogerá fama inmortal. Le propone nombres de pastoras a las que dedicarles versos. DQ ya tiene a su Dulcinea, que como persiste en su ausencia, es compatible con el oficio de pastora. Le dirige unos elogios que ya nos suenan a despedida. El cura las prefiere de nombre más manejable y pastueñas. S tiene a su Teresaina. DQ gasta las pocas fuerzas que aún le restan para esbozar una sonrisa del diminutivo cuando acaba de verla como una Teresona en jarras.

Al quedarse a solas con las mujeres que le quieren querer, le cantan las cuarenta. Con sus exigencias, descubren la debilidad de DQ que ya no se siente en condiciones físicas, pide que lo lleven al lecho, pero que asegura que cumplirá con sus compromisos de Caballero Andante o por andar.

Tremenda la fuerza que este ilustrador sabe imprimir a sus trabajos.
1929-Maestricht-Leiter


No me resisto a citar la apreciación de don Miguel de Unamuno sobre el ama:
"Acudió el ama al oír lo de los pastores a aconsejar a su amo, y le dijo “ estése en su casa, atienda a su hacienda, confiese a menudo, favorezca a los pobres, y sobre mi ánima si mal le fuere". Esta buena ama habla poco, pero cuando rompe a hablar se vacía en pocas palabras. ¡Y qué bien discurre!, ¡con cuánto seso! Lo que aconsejó a su amo es lo que nos aconsejan los que dicen querernos bien".

No es menester más. ¿Para qué prolongarlo?

Joan Manuel Serrat puso voz y música a este excelente poema de León Felipe. Lo mejor es escucharlo y escucharlo para comprender la esencia de la amargura de Don Quijote.




martes, 26 de octubre de 2010

Habla popular de Lumbrales (57)

Puerta carretera clausurada



Coyundas: Correas largas de cuero en forma de tiras que se usaban para uncir los bueyes y vacas al yugo.
DRAE: Mismo significado.
DCT: Especie de cinta o correa de cuero o soga de cáñamo con la que se unce la yunta de bueyes al yugo.
BDE: Hacia 1440. Del latín vulgar CONJUNGULA. Derivado de CONJUNGERE “uncir” y éste de su sinónimo jungere (con la misma evolución fonética que sendos del latín SINGULOS).

Cravio: Deformación de cabrio. Travesaños entre dos vigas."Corta ese cravio!"
DRAE: Cabrio: 2. m. Arq. Madero colocado paralelamente a los pares de una armadura del tejado para recibir la tablazón.
No está en el DCT.
BDE: Cabrio: 1220 – 50. Del latín vulgar CAPREUS, derivado de CAPREA “cabra montés”; quizá por la costumbre de figurar la cabeza de un animal en los extremos de las vigas.

Criba, cribo: Se diferencian ambos en que el cribo tiene los espacios entre alambres más pequeños y la criba, más grandes. La criba suele tener más diámetro que el cribo. "No te he pedido el cribo, sino la criba, para cribar estas grancias".
DRAE y DCT: f. Cuero ordenadamente agujereado y fijo en un aro de madera, que sirve para cribar. También se fabrica de plancha metálica con agujeros, o con red de malla de alambre.
BDE: Criba derivado de cribo. 1490. Del latín CRIBUM.

Crica: Escogido, protestón, melindroso. Se aplica sobre todo a los niños mimados.
DRAE: 1. f. Partes pudendas de la mujer.
No está en el DCT.

Crisma (romperse la): Descalabrarse. Romperse la cabeza de un golpe.
DRAE: Mismo significado.
DCT: Mismo significado.
BDE: 1220 – 50. Del latín chrisma, -atis. Tomado del griego khrisma, -atos, “acción de ungir”, derivado de khrio “yo unjo”. Como la cabeza es la que recibe el crisma, el femenino crisma se emplea vulgarmente en el sentido de “cabeza”.

Crismar (se): Pegar, hacer daño a alguien. Hacerse una herida en la cabeza.
DRAE: 1. tr. Desus. Administrar el sacramento del bautismo o el de la confirmación.
No está en el DCT.

Crista: Eufemismo de Cristo. “Me cagon crista, estos muchachos, la guerra que dan”.
No está en el DRAE con esta acepción.
No está en el DCT.

Cruces: Viacrucis. Forma popular de nombrarlo."Vamos a hacer las Cruces".
No está en el DRAE.
No está en el DCT.
BDE: Cruz, 960. Proviene del latín CRUX, CRUCIS, “cruz, horca, picota”, “tormento, pena, azote”; por vía semiculta.

Cruzar la cara: Abofetear.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.
BDE: 1250.

Cuadril: Parte superior de la cadera, donde se apoyaba, por ejemplo, el cántaro.
DRAE: 1. m. Hueso que sale de la cía, de entre las dos últimas costillas, y sirve para formar el anca.
DCT: Cadril. Región lumbar.
BDE: La forma primitiva parece ser la dialectal cadril ( usual en Asturias, León y Galicia), que seguramente procede del hueso caderil, derivado de cadera.

Cuajo: 1.- Fuerza, arranque."Se necesita cuajo para hacerme eso” “¡Con qué cuajo lloraba el niño!". 2.- Llanto desconsolado de los niños que los deja sin habla y sin poder ni respirar: “Se le cayó la piruleta y vaya cuajo que se pilló” 3.- Hechuras, trapío que presenta un animal. “No es muy alto pero tiene buen cuajo.” 4.- Flor del cardo que se utiliza para cuajar la leche y hacer queso.
No está en el DRAE con las acepciones 1, 2 y 3.
DCT: Calma, tranquilidad. No está con la acepción 3.
BDE: Del latín COAGULUM. (derivado de AGERE “empujar, hacer mover”. Con prefijo co- “juntamente”.

Cuartear: Dar la cuarta labor de arada a la tierra. No siempre necesaria.
No está en el DRAE con esta acepción.
DCT: Se trata de una labor superficial ralizada con el binador. Su función es matar las malas yerbas, mejorar la estructura y evitar las pérdidas de agua por capilaridad.
BDE: 1505. "Dividir en pocas partes”.

El color verde aceituna en algunas palabras o expresiones indica que son de reciente incorporación, posterior a Mayo de 2007.

Abreviaturas utilizadas:

DRAE:
Diccionario de la Real Academia Española.
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional.
BDE:
Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Coromina.


La fotografía metiendo el paso de Semana Santa en la ermita es de Jaime Grandes

domingo, 24 de octubre de 2010

Chorrovío (2)

Dragones franceses en busca de guerrilleros españoles.


Hace no mucho descubrí que en la sala de máquinas del blog hay un apartado donde se muestran las páginas más leídas o que más veces han sido visitadas por los lectores. Desde ese momento un clip a la pestaña de estadísticas suele acompañar la visita diaria a blogger para cumplir con los requisitos que se te exigen a la hora de subir una entrada o entrar en los blogs amigos para comentar.

La sorpresa surgió al comprobar que la entrada Chorrovío, que fue una de las primeras que subí al comenzar la andadura en esta ventana de Internet, es también de las primeras en la lista. En ella lanzaba el guante para que si a algún historiador le interesaba el asunto, investigara sobre la refriega contra los franceses. Como si el autor, Manuel S. Calderero Sánchez , autor del magnífico blog Tierra Charra lo hubiera leído, da cumplida respuesta a la sugerencia. Con mucha generosidad y amabilidad por su parte, de la que le estoy agradecido, me ha dado permiso para hacer uso de su investigación.

Dibujo de Manuel Calderero

Parece ser que a las tropas aliadas, anglo – portuguesas y españolas - estacionadas en San Felices de los Gallegos le llegaron informes de la ruta que seguía un “grupo de reconocimiento de caballería francés cuyo objetivo era conectar con las tropas de la misma nacionalidad al mando del mariscal Soult que operaba en Portugal”. La acción debió tener lugar en este contexto. A las tropas se le unieron algunos lugareños de los pueblos cercanos, que fueron los que sufrieron el mayor número de bajas. El final del documento adjunto corrobora la impresión que expuse de que la escaramuza no debió de ser muy exitosa para los paisanos. Algo que nada es de extrañar al tener que vérselas con los bregados ejércitos de Napoleón vencedores en mil batallas.

Guerrillero salmantino Julián Sánchez "El Charro".

Copio sus palabras: “Veamos cómo se da cuenta de esta acción en el parte que la Junta de Ciudad Rodrigo envía el 16 de Marzo de 1809 a la Junta Suprema radicada por aquellas fechas en la ciudad de Sevilla y que mereció ser publicado en la Gaceta del Gobierno del viernes 31 de Marzo de 1809 (eso sí, eliminando algún párrafo del mismo por el que se podía sacar la conclusión de que las cosas no fueron muy favorables a nuestro bando)” :

“Había dilatado esta Junta [de Ciudad Rodrigo] dar parte a V.M. del ataque ocurrido en la tarde del 11 del corriente [Marzo], en las inmediaciones de la villa de Lumbrales hasta recibir avisos que pudiesen dar una idea más clara del suceso, lo que ya se ha verificado. Con noticia que tuvo el coronel Inglés Wilson, que mandaba las tropas españolas situadas en la villa de S. Felices y otros pueblos inmediatos, de que un destacamento de caballería francesa se dirigía a la de Lumbrales, distante ocho leguas de esta plaza, hizo pasar a ella estas; y dejando .allí una compañía de voluntarios de la misma, las situó con los paisanos, que de ambos pueblos se presentaron armados del modo posible llenos del mayor entusiasmo, en los puestos ventajosos que ofrecía el terreno en sus alturas y cercados. Se dejó ver a poco tiempo .una pequeña partida de caballería francesa, y los paisanos ansiosos de llegar a las manos, dejando el punto que ocupaban la persiguieron; pero luego que bajaron al llano, fueron acometidos por el destacamento, que aprovechó aquella ocasión. La resistencia, así de parte del paisanaje, como de la tropa fue propia del valor español. Por nuestra parte hubo bastantes heridos y como veinte muertos, los mas paisanos. Entre los que perecieron se cuenta D. Josef Quintanilla, teniente de la primera compañía de voluntarios de esta plaza, que habiendo dado siempre pruebas de espíritu, lo manifestó completamente en esta ocasión. Su pérdida es más sensible por dejar una mujer joven, y una madre anciana que no tenían otro apoyo. También quedaron heridos dos oficiales del batallón de Ávila, el uno gravísimamente y que acaso habrá muerto a estas horas. La pérdida de los franceses ha sido mayor, pues, aunque solo dejaron en el campo de batalla seis hombres muertos, se sabe que al retirarse hacia el pueblo de Vitigudino, llevaban 57 caballos sin jinetes, y que desde dicho pueblo condujeron hace tres días tres carros de heridos a la villa de Ledesma. Entre los muertos se cuenta el Comandante del destacamento francés. Aunque el poco orden del paisanaje en esta acción, ocasionó al fin algún extravío en las tropas, éstas están ya casi reunidas en el punto de San Felices y recogidas algunas armas que abandonaron en la fuga.”

Archivo Histórico Nacional, Estado, legajo 65 G, número 267

El sabor de una batalla con la banda sonora de Barry Lyndon, para terminar y amenizar este trocito de historia local:


jueves, 21 de octubre de 2010

Gracias, Avellaneda.

"yo soy don Quijote de la Mancha, el mismo que dice la fama"
1930-London-Nonesuch


DON QUIJOTE DE LA MANCHA. CAPÍTULO 2.72

Apenas los árboles se habían percatado del destrozo que S había hecho en su piel acortezada, que ya había sanado el escudero de los azotes en la suya propia. En la noche siguiente terminó con el pico de los tres mil pendientes para poner punto final a la faena que tan suculentos dividendos le proporcionaba. El dinero como elemento que resuelve conflictos entre amo y criado.

Puñaladas de luz despiertan a DQ y S que se ponen en marcha con renovadas energías, ya a rebufo de la aspiración del final de la novela que coincide con el fin del camino de regreso. Sin nada digno de reseña, veinticuatro horas después alcanzan un teso desde el que se divisa la aldea.

El capítulo se completa con el relato de la llegada de don Álvaro Tarfe al mesón donde aquel día descansaban amo y escudero, protegidos del calor del verano manchego por la frescura de la sala baja.

DQ y S se encuentran efectivamente en el mesón esperando la fresca del oscurecer para ponerse en marcha. No debe sorprendernos el uso de los mesones para descansar durante las horas del sofocón del verano manchego, sólo aptas para la siesta o para achicharrarse en el polvo de los caminos. S las utiliza para la tregua necesaria de la penitencia y poder terminarla al raso y que la oscuridad evite que DQ descubra la treta de los azotes propinados a los árboles.

"Yo, señor -respondió el caballero-, voy a Granada, que es mi patria"
1885-Tours-Mame


DQ oye que sus criados se dirigen a un caballero recién llegado con el nombre de Álvaro Tarfe. El hidalgo recuerda haber leído de refilón ese nombre en el hojeo rápido de la segunda parte del Quijote de Avellaneda. Cervantes cambia la manera de presentarnos al personaje. Normalmente son ellos, los recién llegados, los que reconocen a los protagonistas por haber leído sus hazañas en la primera parte del Quijote. En este caso es a la inversa. DQ reconoce a don Álvaro Tarfe, que no puede conocer al hidalgo por provenir de otra novela y por lo tanto de otro nivel narrativo. Qué lío cuando uno se pone a pensarlo y con qué naturalidad el autor lo hace novela.

Le preparan aposento en otra sala baja contigua a la suya. Una vez limpios y refrescados del polvo y del calor del camino manchego, les cuenta que va a Granada, que él es quien sacó a DQ a los caminos y el mismo que le animó a participar en las justas de Zaragoza. Sigue contando que su don Quijote no se parece en nada al presente y que a pesar de traer un escudero del mismo nombre “aunque tenía fama de muy gracioso, nunca le oí decir gracia que la tuviese.” S y DQ se desmarcan de los falsos y se reafirman en su propia identidad. Don Álvaro se considera víctima de un ataque de encantamiento. Señala que dejo al protagonista del libro del que proviene enclaustrado en la Casa del Nuncio de Toledo y “remanece aquí otro don Quijote, aunque bien diferente del mío”.

"¿parezco yo en algo a ese tal don Quijote que vuestra merced dice?"
1938-Paris-Secretaire

Como acabamos de señalar, DQ se reafirma en su identidad: “Yo soy el que soy”- el de Cervantes – y no ése que va a Zaragoza. No le importa olvidarse de las burlas que sufrió de las gentes y calles de Barcelona y lanzarle un piropo que sólo se entiende desde la ofuscación del autor con el apócrifo, como si quisiera pedir perdón por situar en Barcelona los sucesos que humillaron a DQ. Gran lección de humildad de Cervantes que sabe arrepentirse en un mundo con gentes que creen estar en posesión de la verdad absoluta, que se han olvidado del valor del arrepentimiento.

"Entró acaso el alcalde del pueblo en el mesón, con un escribano"
1905-1908Madrid

DQ suplica a D. Álvaro Tarfe que declare ante la autoridad que no lo ha visto hasta ahora, que ellos no son los mismos que los narrados en el libro del que procede. A la mesa, a la hora de comer, como se hacen los tratos importantes firmó una declaración con todas las de la ley, que para eso estaban presentes el alcalde y el escribano que: “no conocía a don Quijote de la Mancha, que asimismo estaba allí presente, y que no era aquél que andaba impreso en una historia intitulada: Segunda parte de don Quijote de la Mancha, compuesta por un tal de Avellaneda, natural de Tordesillas”.

Sorprende la naturalidad con la que Cervantes le devuelve la jugada a Avellaneda: se apropia de uno de sus personajes, lo introduce en su novela para negar la autenticidad de la ficción de la que proviene. Juega con sus mismas armas, pero sin llegar a hurtarle sus personajes principales, como Avellaneda había hecho antes, en un viaje de ida y vuelta. Intenta darle una lección de hasta dónde se puede llegar en la intertextualidad. Tiene que haber un límite al plagio.

Sigue siendo debatido si Cervantes no le dio fama eterna al apócrifo. A mi juicio, El Quijote de Avellaneda habría caído en el abismo del olvido, como Altisidora nos contó, de no haberlo introducido en su obra. Al mismo tiempo nos habría privado de la parte más moderna y de más proyección futura de la novela. “Pirandelea” Cervantes casi cuatrocientos años antes, como dice D. Gonzalo Torrente Ballester. Como ocupado lector, gracias por ello, Avellaneda.

Por la tarde salen todos de la posada. Se despiden a una media legua. D. Álvaro sigue su camino a Granada y DQ y S hacen noche en un monte, a la querencia de los árboles. S termina la penitencia sin que una mosca pueda encontrar sitio en su espalda de tapada que la tiene. Únicamente a los árboles desnuda de su corteza con las acometidas del ramal de su rucio. Bien tapado para que ni la mosca, ni el látigo ni DQ la vean.

"no topaba mujer ninguna que no iba a reconocer si era Dulcinea del Toboso"
1897-London-Sands

Prosiguen camino al amanecer, satisfechos ambos del buen fin que había tenido el encuentro con D. Álvaro Tarfe. Con la esperanza baldía de que Dulcinea les salga al encuentro, llegan a un teso desde el que se divisa la aldea, el final del camino. S, teatrero él, se arrodilla. Se alegra de la vuelta: “si no muy rico, muy bien azotado”. Exclama: “recibe también tu hijo don Quijote, que si viene vencido de los brazos ajenos, viene vencedor de sí mismo”. Con la aldea ante sus ojos vuelve DQ a la realidad de Alonso de Quijano. En claro simbolismo, DQ baja desde lo alto a la aldea. Se acabó la comedia, la ficción regresa a la realidad de antes de partir y reprende a S: “Déjate desas sandeces -dijo don Quijote-, y vamos con pie derecho a entrar en nuestro lugar, donde daremos vado a nuestras imaginaciones, y la traza que en la pastoral vida pensamos ejercitar”. Pues eso.

Al ver el pueblo, el rucio de Sancho se desboca cuesta abajo de alegría, en la suerte contraria, a favor de la querencia.
1913-Barcelona-Araluce

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero.

martes, 19 de octubre de 2010

Habla popular de Lumbrales (56)

Las entradas a los huertos perdieron su función cuando se dejaron de cultivar.


Cortina: Finca pequeña de labor, cercada con paredes. Generalmente a las afueras del pueblo y utilizada para sembrar patatas, calabazas, millo… por estar muy estercada, bien por el ganado o por estiércol llevado desde los corrales. Hay cortinas en Los Oliveros, La Peña Gorda, El Cardadal…
No está en el DRAE con esta acepción.
DCT: 1.- Tierra de regadío de pequeña extensión. 2.- Pequeño trozo de terreno cercado.
BDE: 1220 – 50. Del latín tardío CORTINA íd., (derivado del latín COHORS, -TIS, “recinto”).

Corva: 1.- La parte de atrás de la pierna, opuesta a la rodilla. 2.- Vaca con los cuernos bajos o gachos.
DRAE: Mismo significado.
DCT: Mismo significado.
BDE: Derivado de corvo. Hacia 1495.

Corvejón: 1.- Articulación de las patas traseras de los animales. De aquí la expresión: Meter la pata hasta el corvejón que es lo mismo que meter la gamba en lenguaje moderno. “El valle estaba tan blando que los burros se atollaban hasta el corvejón”. 2.- Parte trasera de la rodilla de las personas."Me duelen los corvejones."
DRAE: 1. m. Zool. Articulación situada entre la parte inferior de la pierna y superior de la caña, y a la cual se deben los principales movimientos de flexión y extensión de las extremidades posteriores en los cuadrúpedos.
DCT: Rodilla de los cuadrúpedos.
BDE: 1596.

Corvo: Curvo, combado, abangao.
DRAE: Mismo significado.
No está en el DCT con esta acepción.
BDE: 1220 – 50. Del latín CURVUS, “curvo”, “corvo”.

Cosquiñas: Cosquillas."No me hagas cosquiñas, que me quedo sin respiración de tanto reír."
No está en el DRAE.
DRAE: Mismo significado.
BDE: Cosquillas: H. 1400. Del radical expresivo KOSK, creación espontánea del idioma ( que acaso reproduce el chasquido que hace con la lengua el que trata de hacer reír a un niño cosquilleándole).

Costal: Saco de lana tejida, empleado para cereales. También usado como unidad de medida de capacidad pues cada costal hace dos fanegas de grano. "Con el muelo de centeno, llenamos 20 costales de fanega y media".Un costal lleno de centeno casi llega a los 100 kilos y no hay quien pueda con él, por lo tanto rara vez se le echaban dos fanegas.
DRAE: 2. m. Saco grande de tela ordinaria, en que comúnmente se transportan granos, semillas u otras cosas.
DCT: Mismo significado.
BDE: Derivado de costilla, porque suele llevarse a cuestas. Hacia 1375.

Costralazo, costralón: Golpazo que alguien se da al caer de espaldas o de costado contra el suelo. “Al salir al corral me resbalé con el carámbano y me pegué un buen contralazo”
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Coto: Mojón o hincón de piedra para delimitar las fincas.
DRAE: m. Mojón que se pone para señalar la división de los términos o de las heredades, y especialmente el de piedra sin labrar.
DCT: Montículo de arena o hito de piedra que se levanta para delimitar un terreno.
BDE: En el setido de término, límite, mojón aparece en 897.

Cotorina: Coronilla. La parte más eminente de la cabeza.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Cotorro: Teso, alto. Elevación del terreno. “La charca está de aquel cotorro pacá”.
No está en el DRAE con esta acepción.
DCT: Ladera del terreno o montículo no apto para el cultivo.

Cotuvía: Pájaro estepario de color marrón claro, granívoro, sin penacho, que en invierno se agrupa en bandos.
No está en el DRAE.
No está en el DCT.

Covanillo: Cuévano manejable por una persona, no una cesta vendimia, usado para coger patatas o para vendimiar y que está hecho de mimbre. “Este saco hace dos covanillos con corropete.”
No está en el DRAE.
DCT: Cesto pequeño, con dos asas, en el que los vendimiadores echan los racimos de uvas.

Abreviaturas utilizadas:
DRAE:
Diccionario de la Real Academia Española.
DCT: Diccionario del Castellano Tradicional.
BDE:
Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. Joan Coromina.


La foto de los costales está escaneada del libro Alaraz, crónicas y retratos de antaño.
La de los covanillos de uvas de aquí. La de los toros gachos de aquí

domingo, 17 de octubre de 2010

Hilando nubes el viento





Con los primeros fríos, estamos rondando los cero grados por la noche, las plantas dan por concluido su ciclo anual de crecimiento. Éste era el aspecto que tenían los geranios y las dalias del jardín estos días de atrás, que las dalias casi desaparecieron con los fuertes aires de la semana pasada.





Recordando la primera entrada del blog, Gelu decía en los comentarios que los geranios con los que adornaba la entrada y de los cuales uno está orgulloso ( cada uno se enorgullece de lo que puede) le traían la voz de Amancio Prada en Sombra Luminosa:

...Hilando nubes el viento
a tu balcón con geranios,
aguarda siempre por verte
soñador...


Como parece no existir la canción en youtube, os dejo otra del mismo cantautor berciano. Pone música y voz a un soneto de Miguel Hernández:

jueves, 14 de octubre de 2010

El desencantamiento tenía un precio

"Al buen pagador no le duelen prendas"
Gerardo Trives

DON QUIJOTE DE LA MANCHA 2.71

S abre y cierra un diálogo entre los dos protagonistas que abarca todo el relato. El comienzo es un lamento de que la virtud que posee de resucitar doncellas no le dé suficiente para comer; el final, una promesa de ser comedido con los refranes.

Si juntáramos diálogo, camino, azotes, desencantamiento y mesón que no es castillo, estaríamos dando las claves de este capítulo esencial para el avance definitivo, hasta el desenlace de la novela. De él dice don Miguel de Unamuno que los azotes a cambio de dinero suponen un nuevo engaño al escudero y a la clase obrera que representa, un camino viciado: le pagan para que no se rebele y encima tenga que agradecer las tandas de azotes que le permiten seguir viviendo. Añade: “Así se azota Sancho con el mismo empeño con que desenchinarran calles esos desgraciados a los que en los meses de invierno, cuando escasean azotes, les mandan los municipios a desenchinarrar calles para volverlas a enchinarrar y con ello justificar la limosna vergonzante que se les reparte”.

"IBA EL VENCIDO y asendereado don Quijote pensativo"
1938-Paris-Secretaire


Salen del castillo en dirección a la aldea. El escudero propone pasar la noche al raso. Allí se abrirá las carnes, después de tantas largas como le ha ido dando al asunto. Despiertan con el sol. Prosiguen su camino unas tres leguas hasta un mesón o venta que ya no es castillo,"que después que le vencieron, con más juicio en todas las cosas discurría”.


En efecto, una sensación agridulce acompaña a DQ en el camino de vuelta. Se siente triste por la derrota, a la vez que alegre por vislumbrar cercana la posibilidad de desencantamiento de Dulcinea, apoyado en sus conjeturas por el don de S para resucitar doncellas. S comparte el lado triste de los pensamientos de DQ. Se siente engañado por la informalidad de Altisidora que no cumplió su palabra de regalarle seis camisas. Sus poderes no le proporcionan nada que llevarse a la boca ni tampoco a la de su prole, que esperan en la aldea y dependen de sus ingresos. Considera injusto que se le pague al médico que mata al enfermo que intenta curar y no a él que resucita al que el médico empuntó al más allá.

"¡Aquí morirás, Sansón, y cuantos con él son!"
1947-Paris-Latines


DQ escucha las quejas de su escudero. Le apoya en el tema de las camisas, pero cambia de táctica en el asunto de los azotes. Le ofrece pagarle por ellos. S le toma la palabra y calcula en 825 reales el precio de la azotaina, por amor a su mujer e hijos. El hidalgo siente que los minutos que faltan para la noche se le hacen horas, como si las ruedas del carro de Apolo se hubieran quebrado, detenido el avance de tanta ansiedad acumulada. S ha prometido que con la noche llegará el sacrificio tan esperado. Cuando por fin oscurece, cenan. Después de cenar, S se retira veinte pasos dispuesto para el martirio. DQ le aconseja ritmo e intensidad moderada en el golpeo: “que no te des tan recio que te falte la vida antes de llegar al número deseado” y que no se preocupe de llevar la cuenta, el los contará rosario en mano. “Pienso darme de manera que, sin matarme, me duela” – promete S - .

Como S piensa que su amo está en buena disposición, le pide aumento. DQ le dobla la oferta. “¡A la mano de Dios, y lluevan azotes!” que S se propina con tal fuerza que pela la corteza de las hayas de tanta rigurosidad que se impone en el castigo. El disciplinante no acepta la propuesta de pausa que le hace su amo al llegar a los mil azotes, temeroso de que la piel de su escudero no aguante la severidad del castigo. S prefiere terminar el martirio con dos tandas más.

"quedándose en pelota, abrigó a Sancho, el cual se durmió hasta que le despertó el sol"!
1895-New-York-Routledge

No le debían de restar más que el pico de los tres mil. Descortezados a latigazos la mayoría de los árboles en la vecindad, DQ le detiene, asustado de la saña que su ayudante emplea en la disciplina. Tapa a S con su ropa que duerme lo que queda de la noche. Al amanecer reanudan el camino. La sala baja de un mesón, adornada con tapices de baja calidad, les sirve de aposento. La mala calidad de los tapices lleva a S a predecir que no a mucho tardar, ellos y sus aventuras serán los motivos de los tapices que adornen las paredes de las ventas y barberías del país. Ya se encargará él en persona de que el pintor no sea tan malo como el escritor de las aventuras falsas que tanto le maltratan.

Seguramente DQ es consciente de que la austeridad del camino tiene poco que ofrecer a la dama, en caso de que S termine su disciplina. Por eso le propone a S que deje el resto de la faena para cuando lleguen a la aldea. El ayudante acepta, a pesar de que hubiera preferido acabar antes de llegar, ahora que le había tomado el pulso y el gusto a descortezar árboles con el ramal de su rucio.

El capítulo se despide con la promesa del escudero de aceptar la recomendación de su amo de contar sus cosas a lo llano, sin necesidad de recurrir al “sicut erat”, a la prehistoria del asunto.

Este comentario pertenece al grupo de lectura del Quijote que coordina y dirige desde La Acequia el profesor D. Pedro Ojeda Escudero.