viernes, 18 de mayo de 2012

Me envenenan los besos que voy dando

La viuda encorsetada


LA VIUDA VALENCIANA. LOPE DE VEGA 

 La Viuda Valenciana encaja en las llamadas comedias de capa y espada en las cuales Lope se vale del enredo para hilvanar el relato dramático, reflejo de las calles de Madrid y el tipo de vida de la villa y corte. Su finalidad es la diversión del espectador. El mensaje está impregnado de las diversas manifestaciones del amor. En concreto en esta comedia, el amor como necesidad fisiológica y goce carnal de la desemparejada y atractiva abeja valenciana con abundancia de moscardones que la rondan. Asistimos a la entrega sin condiciones de ambos integrantes de la pareja. El amor como elemento liberador de ataduras, que quiebra las normas estrictas de la sociedad del momento y que triunfa con su final feliz. Todo ello envuelto en momentos de alto lirismo al que el autor nos guía con su formidable capacidad de trabajo que seguro se esconde detrás de su gran fecundidad. 

Una breve referencia al “Médico de su honra” de Calderón de la Barca, puesta en escena, como estreno absoluto,  por Teatro Corsario el pasado sábado en Salamanca. Las mismas normas rígidas que restringen la manera de actuar de la viuda agobian a los personajes de Calderón. Se encuentran atrapados en una espesa atmósfera sofocante que los atenaza. Sin embargo, una diferencia sustancial entre las dos obras del Siglo de Oro: mientras en Lope la mujer da rienda suelta a sus sentimientos, en Calderón la expresión de la intimidad de Mencía brilla por su ausencia. Los diálogos son brillantes, más trabajados que en Lope, pero transmiten menos al espectador. Demasiada pose, demasiado encorsetados los personajes en el esquema teatral que se sigue a rajatabla, rendido al tema del honor y su venganza. Lope libera la esperanza, Calderón la arrebata. 



Breves consideraciones sobre el contexto histórico-social en el que se desenvuelve Lope de Vega (1562-1635): 

Cuando Lope de Vega nace en 1562, los ejércitos españoles están enzarzados en las Guerras de Flandes en defensa de los católicos flamencos. La primera potencia militar del momento se muestra empeñada en huir de la secularización del Renacimiento y abrazarse a la intolerancia religiosa de la contrarreforma. El desarrollo de la imprenta juega un papel primordial en la difusión y éxito de las ideas de la reforma protestante. Lope es casi quinto de Shakespeare y Galileo (ambos de 1564). Al Lope ver los días, Cervantes ya es un adolescente de catorce años. Coetáneo –asimismo- de Kepler, Rubens, Quevedo, Velázquez, Rembrandt, Descartes, Calderón y testigo de la expulsión de los Moriscos en 1609. 

 En los albores del S. XVII, el 90% del conjunto de ocho millones de personas que componen la población española se articula en una Sociedad Estamental; compuesta por Nobleza, Clero y Pueblo Llano. Las leyes se encargaban de proteger la desigualdad entre los súbditos. En modo alguno deberían confundirse estas categorías con clases sociales porque la división no dependía de los niveles de riqueza de la gente. La Monarquía de los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II estaba dotada de poder absoluto. Este absolutismo llevó a la degradación, lentitud y corrupción de la administración estatal. La Monarquía reduce el poder político de la nobleza. Carlos I y Felipe II prefieren alejarlos de la proximidad física de la Corte. Se rodean de la segunda línea de nobles y regulan el proceso que permite el acceso de la Burguesía a la Nobleza. Mantienen los privilegios de la Nobleza, primordialmente la exención de impuestos, que los distingue frente a los plebeyos. En el S. XVI la movilidad social de plebeyos acomodados que acceden a la hidalguía a través de la riqueza es abundante. 

"Y me envenenan los besos que voy dando 
y, sin embargo, cuando
 duermo sin ti contigo sueño, 
y con todas si duermes a mi lado, 
y si te vas me voy por los tejados 
como un gato sin dueño 
perdido en el pañuelo de amargura 
que empaña sin mancharla tu hermosura."
Joaquín Sabina



Este comentario pertenece al grupo de lectura colectiva que desde La Acequia coordina y dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero.



8 comentarios:

Myriam dijo...

Interesantísimo tu comentario, Pancho. Me gusta mucho tu contextualización histórica. ¡Qué bien que pudieras ver la Obra de Calderón de la Barca!. Prestaré atención a la diferencia de diálogos entre ambos autores, cuando lea lo que tengo aquí en casa de Calderón. La viuda en su nueva versión me la se casi completa de memoria. (Ahora estoy comparando la obra con el texto original).

Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

Lope de Vega es más humano que Calderón, qué historia tan terrible la de ese médico de su honra.

Los dos reflejan una sociedad desigual que defiende la desigualdad. No se mezclan churras con merinas, los criados en su mundo y los señores en el suyo. Por muy amigos que parezcan, como en el caso de Urbán y Julia que conocen lo más íntimo de Leonarda.

Buen trabajo histórico y literario.

Besos

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, pancho:

Hace años leí la obra de Calderón.
En esta ocasión no he leído la de Lope de Vega.
Tendré que hacer un repaso a tu entrada para situarme.
Será mañana.
Ahora, he vuelto a escuchar la canción de Sabina.

Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Pues parece que los tiempos no han cambiado tanto desde el S XVI... Excelente análisis, Pancho Besotes, M

Merche Pallarés dijo...

Perdona despues de "Pancho" viene un punto que a veces sale y otras no (como ahora, puntos suspensivos)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Excelente la interpretación del género, en Lope, a través del código amoroso.
En Calderón todo es más oscuro: la época es distinta, el autor es otro.
Certero, como siempre.

José Manuel dijo...

Y como colofón, una obra maestra de amor y desamor del "Flaco".
Saludos.

Ele Bergón dijo...

Estoy haciendo pereza en volver a ver esta obra y comentarla, pero después de leeros, creo que ya tengo poco que comentar. No obstante, haré el esfuerzo

Un abrazo

Luz