lunes, 2 de julio de 2012

Chispazos



España es un país de extremos, capaz de lo mejor y de lo peor en el mientras tanto. La cara del triunfo deportivo en Kiev tiene su cruz amarga en las cenizas de los montes de Valencia. “Laureles de gloria, coronas de espinas”. 


 
 La Plaza de celebración. De aquí

Con el paso del tiempo lo que se recuerda de un acontecimiento son los chispazos que llenaron de emoción las retinas de aquellos que tuvieron la fortuna de presenciarlos. De este campeonato de fútbol que acaba de terminar de manera tan exitosa, hay dos momentos especialmente emotivos que inundaron los corazones de muchos “aficionados”. Ambos protagonizados por el defensa sevillano Sergio Ramos: el magisterio de su penalti contra Portugal que cambió el rumbo y la suerte del equipo y “la verónica y cuarto de Curro Romero” en el ruedo de Kiev que paró los relojes en Ucrania, cuando el éxito deportivo se había consumado y la euforia se desbordaba en todos los rincones del país. Y coincidiendo con Carmen Martín Gaite en su Entre visillos: “la gente andaba por la calle con paso lentísimo como si les pesara la tarde que no terminaría nunca”. 

Con el dulce sabor de una victoria y el regusto amargo de la derrota de los chispazos que prenden el monte todos los veranos nos despedimos de todos los amigos y lectores de esta ventana hasta después del verano. Un abrazo a todos.

El reloj se le paró en el 1992 tan significativo, hace veinte años y aún sigue volando: